martes, 2 de enero de 2018

El Docente y la Tecnología


Aunque muchos docentes hoy en día abogamos por una educación constructivista, donde es el alumno el que construye el conocimiento y el docente una guía para que lo logre; se sigue manteniendo el modelo de aula como espacio cerrado, que se contradice completamente con la cultura de redes sociales, y una enseñanza basada en la linealidad, en la escritura, que también es una antípoda de la cultura de la imagen, de lo icónico, en la que se encuentran inmersos los jóvenes hoy en día.

Es imprescindible entender este gran cambio cultural, porque mientras la lectura con su secuencia continua y lineal, desarrolla el pensamiento reflexivo, la imagen, en cambio, con su impronta global y sintética, desarrolla un pensamiento más intuitivo. La realidad nos muestra que los profesores estamos muy lejos de hacer un uso productivo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y lejos de comprender la forma en que aprenden los nativos digitales. Es fundamental hoy en día que el alumno no solamente sepa usar técnicamente las nuevas tecnologías, sino, fundamentalmente, que adquiera habilidades de autoaprendizaje para sacar provecho de la enorme cantidad de información a la que accede.


El docente y la tecnología: temores, realidades y necesidades de capacitación

Resultado de imagen para El docente y la tecnología

Las TIC actualmente son una herramienta muy importante para la educación, ya que éstas ayudan y facilitan las tareas de alumnos y docentes. Facilitan la comunicación, la investigación y la obtención de información.

La aparición de estas nuevas tecnologías produjo un gran desafío e impacto para la educación, sobre todo para el docente.
El uso de las tecnologías de la información y la comunicación en los diferentes niveles y sistemas educativos tiene un impacto significativo en el desarrollo del aprendizaje de los estudiantes y en el fortalecimiento de sus competencias para la vida y el trabajo que favorecerán su inserción en la sociedad del conocimiento.
Ampliar las propuestas de educación más allá del aula es una de las posibilidades que brinda el uso de las TIC como recurso.

La realización de este tipo de actividades se fundamenta en la posibilidad de conocer realidades distintas a las locales y cooperar en el desarrollo de experiencias interculturales.
Al docente se le dificulta la integración de estas nuevas tecnologías a la educación porque como dice Hargreaves (2003):
Los docentes se encuentran presionados por tres fuerzas contrapuestas. Por un lado, se les demanda que sean innovadores, autónomos y que desarrollen propuestas educativas flexibles que permitan articular distintos campos de conocimientos. Desde este enfoque el docente es un aprendiz en proceso permanente de actualización que se asume como un promotor de los cambios sociales más generales. Por otro lado, se les exige la transmisión de valores que promuevan una mayor cohesión social para contrarrestar problemas sociales como la violencia, la inseguridad y el consumo. Por último, los docentes aparecen como víctimas de la Sociedad de la Información, en la medida en que son afectados negativamente por políticas que tienden a erosionar las condiciones de trabajo, tanto en términos de recursos materiales como de su autonomía profesional.

Involucrar a estas nuevas tecnologías en el aula requiere por parte del docente una actualización o modernización de la forma de aprendizaje, implica una suma de nuevas tareas no previstas en las actividades habituales de los docentes. A veces esto supone la adquisición de nuevos saberes. Por lo tanto los docentes deben contar con tiempo para el diseño y la reflexión para incorporar las actividades e ingresarlas en el currículo escolar. Kirkpatrick y Cuban (1998) señalan que la eficacia en la utilización de herramientas digitales depende de los objetivos educativos propuestos. Pero, además, observan que las decisiones referidas a la inclusión de tecnologías en las aulas no sólo parten del conocimiento científico acumulado.

Una de las cuestiones que debe tener en cuenta el docente a la hora de incorporar las TIC al ámbito escolar son las condiciones de trabajo en donde se encuentra. Si la situación del ámbito escolar es precaria se vuelve crucial en las propuestas de integración de las TIC, dado que se trata de tecnologías con un alto costo de inversión inicial y de mantenimiento y una fuerte exigencia de desarrollo permanente.

El fortalecimiento o debilitamiento de la profesionalización docente no está relacionado únicamente con la inclusión de nuevos saberes en las escuelas, sino, particularmente, con las condiciones de trabajo en las que se lleva a cabo la tarea.

Revisar estas condiciones permite reflexionar sobre qué se espera de los docentes y en qué escenario se desea que se lleven a cabo estos cambios.
El profesor debe ajustar la ayuda pedagógica a las diferentes necesidades del alumnado y facilitar métodos y recursos variados que permitan dar respuesta a sus diversas motivaciones, intereses y capacidades. Para atender las diversas capacidades no se abandonarán enseñanzas, debiendo adaptar todo lo necesario para lograr los conocimientos, las destrezas y los valores que se consideran mínimos. Por ello se debe fomentar la diversidad metodológica y buscar el equilibrio entre el trabajo personal y el cooperativo.

El profesor deja su apariencia de experto en contenidos, presentador y transmisor de información y se convierte fundamentalmente en un diseñador de medios, un facilitador del aprendizaje y un orientador del estudiante, lo que supondrá que realice diferentes tareas como son: diseñar actividades de aprendizaje y evaluación, ofrecer una estructura para que los alumnos interaccionen, o animar a los estudiantes hacia el metaaprendizaje. Por otra parte también jugará un papel importante en el diseño de materiales y recursos adaptados a las características de sus estudiantes, materiales que serán elaborados por él.

Desde el punto de vista del docente, se obtienen ventajas y desventajas de estas nuevas tecnologías. En la actualidad el docente tiene que saber un poco de cada cosa, desde el punto de vista instrumental y operacional (conexión de equipos de audio, video, etc.) manejo y actualización de software, diseño de páginas web, blog y muchas cosas más. El docente podrá interactuar con otros profesionales para refinar detalles.
Dado que el docente viene trascendiendo del ejercicio clásico de la enseñanza al modernismo, ese esfuerzo demanda mucha iniciativa y creatividad. Hay fenómenos que pueden ser estudiados sin necesidad de ser reproducidos en el aula.
Muchas veces con la proyección de un video, el uso de una buena simulación, pueden ser suficientes para el aprendizaje.

Por otro lado, el uso del papel se puede reducir a su mínima expresión reemplazándolo por el formato digital. En estos momentos, una enciclopedia, libros e informes entre otros, pueden ser almacenados en un CD o pen drive y pueden ser transferidos vía Web a cualquier lugar donde la tecnología lo permita. El profesor aprende con sus estudiantes, profesores con profesores, gracias a la cooperación y trabajo en equipo.
Es necesaria la capacitación continua de los docentes por lo que tiene que invertir recursos (tiempo y dinero) en ello.

Frecuentemente el profesor se siente agobiado por su trabajo por lo que muchas veces prefiere el método clásico evitando de esta manera compromisos que demanden tiempo, esfuerzo y riesgo. Hay situaciones muy particulares donde una animación, video o presentación nunca pueden superar el mundo real por lo que es necesaria la experimentación que sólo se logra en un laboratorio o aula de clases bien equipada.
Después de analizar los pros y los contras de esta herramienta tan importante y que poco a poco va ganando terreno en el ámbito educativo, se puede observar que no todo son ventajas y de que hay que actuar con cuidado a la hora de utilizarla con los alumnos. Una buena educación del siglo XXI se basa en la capacidad de integrar estas nuevas tecnologías junto con la educación tradicional. Esta nueva y útil herramienta no debe eliminar por completo la forma en la que se ha estado educando hasta ahora, tan sólo tiene que complementarla para hacerla todavía mejor.

El apoyo al aprendizaje

Tics en el aula

En la enseñanza, la tecnología permite orientar los procesos de innovación hacia los diferentes entornos que tienden a promover la construcción de espacios de aprendizaje más dinámicos e interactivos. Ejemplo de ello lo constituyen los cambios que se han generado en torno a la concepción tradicional del aprendizaje centrada en el docente, hacia una perspectiva centrada en el estudiante.
Como lo indican Fandos et al. (2002), en todo proceso de enseñanza-aprendizaje, uno de los elementos fundamentales es la comunicación, entendida como el mecanismo mediante el cual el profesor y el alumno aportan en común sus conocimientos. En la actualidad, ésta suele estar mediatizada, es decir, puede valerse de instrumentos o medios que sirvan de enlace para intercambiar opiniones, específicamente mediante el uso de la tecnología.
La incorporación de las TIC en el proceso de mediación viene a afectar elementos como la institución educativa; las características, necesidades e intereses del estudiante, el tipo de cursos y, a su vez, la metodología y los medios técnicos que se utilizarán.
Se está accediendo entonces a lo que se denomina la transformación de los procesos de enseñanza y aprendizaje alrededor de un nuevo modelo didáctico integrado por trabajo en la red, y que cede la iniciativa del proceso formativo al estudiante, quien podrá trabajar de manera cooperativa y acceder a información que se presenta de diferentes maneras, como audio, video, texto, etc. En esta transformación, el docente adquiere un papel que tiene nuevas prioridades y responsabilidades, ya que deberá encargarse de potenciar y proporcionar espacios o comunidades estables para establecer el intercambio y la comunicación idónea entre los estudiantes.

El apoyo a la enseñanza

Resultado de imagen para tic ensenanza

En la actualidad los sistemas educativos de todo el mundo se enfrentan al desafío de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación para proveer a sus alumnos con las herramientas y conocimientos necesarios que se requieren en el siglo XXI.

En 1998, el Informe Mundial sobre la Educación de la UNESCO, Los docentes y la enseñanza en un mundo en mutación, describió el impacto de las TIC en los métodos convencionales de enseñanza y de aprendizaje, augurando también la transformación del proceso de enseñanza-aprendizaje y la forma en que docentes y alumnos acceden al conocimiento y la información.

Al respecto, UNESCO (2004) señala que en el área educativa, los objetivos estratégicos apuntan a mejorar la calidad de la educación por medio de la diversificación de contenidos y métodos, promover la experimentación, la innovación, la difusión y el uso compartido de información y de buenas prácticas, la formación de comunidades de aprendizaje y estimular un diálogo fluido sobre las políticas a seguir.

Con la llegada de las tecnologías, el énfasis de la profesión docente está cambiando desde un enfoque centrado en el profesor que  se basa en prácticas alrededor del pizarrón y el discurso, basado en clases magistrales, hacia una formación centrada principalmente en el alumno dentro de un entorno interactivo de aprendizaje.

De igual manera opinan Palomo, Ruiz y Sánchez (2006) quienes indican  que las TIC ofrecen la posibilidad de interacción que pasa de una actitud pasiva por parte del alumnado a una actividad constante, a una búsqueda y replanteamiento continúo de contenidos y procedimientos. Aumentan la implicación del alumnado en sus tareas y desarrollan su iniciativa, ya que se ven obligados constantemente a tomar "pequeñas" decisiones, a filtrar información, a escoger y seleccionar.

El diseño e implementación de programas de capacitación docente que utilicen las TIC efectivamente son un elemento clave para lograr reformas educativas profundas y de amplio alcance. Las instituciones de formación docente deberán optar entre asumir un papel de liderazgo en la transformación de la educación, o bien quedar atrás en el continuo cambio tecnológico.

Para que en la educación se puedan explotar los beneficios de las TIC en el proceso de aprendizaje, es esencial que tanto los futuros docentes como los docentes en actividad sepan utilizar estas herramientas.

Para poder lograr un serio avance es necesario capacitar y actualizar al personal docente, además de equipar los espacios escolares con aparatos y auxiliares tecnológicos, como son televisores, videograbadoras, computadoras y conexión a la red.

La adecuación de profesores, alumnos, padres de familia y de la sociedad en general a este fenómeno, implica un esfuerzo y un rompimiento de estructuras para adaptarse a una nueva forma de vida; así, la escuela se podría dedicar fundamentalmente a formar de manera integral a los individuos, mediante prácticas escolares acordes al desarrollo humano.

El apoyo a la socialización del niño

Imagen relacionada 

No es un misterio que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) sean atractivas para niños y adolescentes. Estos grupos etarios disponen hoy en día de un mayor acceso a dispositivos como teléfonos celulares, computadoras personales, tabletas e Internet, lo que ha incrementado el uso de estas herramientas para una diversidad de propósitos.

Sin embargo, no deben satanizarse al suponer que crean personas antisociales; más bien, la mayoría de esas tecnologías ha cambiado radicalmente la forma en que niños y adolescentes socializan. Además, aumentan sus capacidades de alfabetización informacional y digital, planteó Sylvia Rojas Drummond, académica de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Psicología.

La también titular del Laboratorio de Cognición y Comunicación de esa entidad mencionó que, en lugar de descalificarlas y tenerles miedo, “deben acogerse de manera positiva y encontrar sus beneficios sociales y usos funcionales del lenguaje, sobre todo de tipo multimodal. Tienen grandes potencialidades que deben ser aprovechadas adecuadamente en los procesos de socialización y educativos”.


Favorecer la integración de los niños con alguna discapacidad

El enfoque de educación inclusiva señala que: “La inclusión no tiene que ver sólo con el acceso de los alumnos y alumnas con discapacidad a las escuelas comunes, sino con eliminar o minimizar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación de todo el alumnado”.

Por otra parte, considerando que los apoyos tecnológicos son todo tipo de equipos o servicios que pueden ocuparse para favorecer las capacidades funcionales de las personas con discapacidad en su vida independiente. Algunos ejemplos de estos recursos son sillas de ruedas adecuadas, utensilios de cocina o baño adaptados, estructuras para organizar objetos o mantenerlos al alcance adecuado, útiles escolares adaptados, rampas, elevadores, espacios amplios con barras de acero que apoyen la movilidad, grúas, andaderas, muebles adaptables a estatura y acceso, control remoto para el apagado de las luces, prótesis, etiquetados en sistema Braille, videos en Lengua de Señas Mexicana, material didáctico accesible, pictogramas, relieves, colores o luces, etc. Es decir, todos los recursos relacionados a los diferentes ámbitos de vida: casa, escuela, trabajo, diversión y vida urbana.

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), tales como la prensa, el cine, el radio, la televisión, los celulares, tabletas y por supuesto la computadora; incluyendo el internet, los blog, las redes sociales, los objetos de aprendizaje, el software educativo, los materiales digitalizados y enriquecidos con elementos multimedia, la realidad virtual, la realidad aumentada, los Códigos de Respuesta Rápida (QR), el Servicio de Mensajes de Texto Cortos (SMS), etc.; por sí mismas no tienen como objetivo central ofrecer accesibilidad para las personas con discapacidad, pero poco a poco incorporan más elementos, aplicaciones e innovaciones que favorecen la inclusión.

Así mismo, existen recursos tecnológicos basados en el uso de las TIC diseñados específicamente para posibilitar la accesibilidad de las personas con discapacidad. Nos enfocaremos en estos recursos por su pertinencia en el tema y por la importancia de difundirlos, y, sobre todo, dinamizar el uso de la tecnología y lograr que ésta sea una herramienta útil para mejorar el aprendizaje a través de métodos y técnicas pedagógicas innovadoras.

Favorece que el profesor aumente la calidad educativa

Es fundamental diseñar una fórmula adecuada para evitar improvisaciones en la incorporación de las TIC en la educación. Hay que centrarse en la formación de los docentes y en el uso pedagógico de las TIC. Hay que reconocer el papel que las TIC han tenido en los países latinoamericanos para el desarrollo de contenidos educativos digitales relevantes, que puedan trabajarse en computadoras de escritorio, portátiles, tabletas e incluso teléfonos inteligentes.

Acompañadas por una formación profesional docente adecuada, las TIC son un acelerador de cambio, ya que pueden mejorar el desempeño de los estudiantes, promover el trabajo colaborativo, fomentar la accesibilidad y aumentar el desempeño laboral.

En Bélgica, Dinamarca y Noruega se observó una correlación entre el uso de la computadora y el desempeño académico de los estudiantes en matemáticas; de hecho, los alumnos que tienden a usar más la computadora en la clase de matemáticas obtienen mejores resultados que los que no lo hacen Esta tendencia se da gracias a que la formación de maestros permite que las TIC hayan permeado el currículo y existan simuladores, clases guiadas y contenidos que apoyan de forma clara el desempeño del maestro en su clase. Además, Australia presenta una tendencia favorable en el uso de las TIC en el aula, pues entre más uso de ellas hacen los estudiantes, mejor es su nivel de lectura digital.

Procedimientos para la integración de la tecnología en el aula
Las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) están dando lugar a profundas transformaciones socioculturales de manera tal que, frente al escenario mundial de concentración y exclusión, es vital que, tanto ellas cuanto las oportunidades que ellas crean, puedan ser usadas para achicar la brecha entre los “incluidos” y los “excluidos” de modo de que todos puedan tener acceso al crecimiento y al desarrollo sustentables.

La democratización de las TIC requiere por tanto una atención cuidadosa por parte de los gobiernos y sobre todo de sus áreas educativas. Aún cuando la gran mayoría de los países están encarando acciones para integrarlas en la vida escolar, se trata de un proceso complejo especialmente cuando se cae en la cuenta de la cantidad de incógnitas que rodean este tópico.

En este marco, el Programa de Mejoramiento del Sistema Educativo (PROMSE) del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la República Argentina encomendó al Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación, IIPE-UNESCO Sede Regional Buenos Aires, la elaboración de un documento de referencia para la definición de políticas que propicien la integración de las TIC en las prácticas escolares. Si bien las acciones del PROMSE están orientadas al fortalecimiento del nivel medio, se solicitó la ampliación de la cobertura a la educación básica pues se entiende que el logro de los objetivos requiere de la acción sobre las condiciones de
desigualdad educativa existentes en el nivel anterior de escolaridad. Por tanto, a los fines de aportar una serie de recomendaciones que orienten una política de integración de TIC en el sistema educativo argentino, este documento presenta un estado de situación de los debates, acciones y estrategias implementadas en distintos países y regiones del mundo en materia de política educativa y TIC.

Aun cuando la diversidad de las experiencias es alta, la tendencia en estos últimos años ha sido una mayor injerencia por parte del Estado en el diseño e implementación de acciones tendientes a la integración de las nuevas tecnologías en las instituciones

escolares. En la medida en que se comprende que las TIC son un requerimiento de la sociedad actual y como tal deben ser un compromiso prioritario de la política educativa, se destaca el papel proactivo de los Estados. Esto se expresa en el diseño de programas nacionales y de oficinas para la puesta en marcha y dirección de estas acciones. Aún así, queda claro también que para lograrlo con éxito no alcanza con un enfoque sectorial. Entrar masivamente en estas acciones requiere involucrar al nivel máximo de gobierno en pos de un objetivo de e-ciudadanía, lo que implica el trabajo convergente de diferentes áreas de gobierno. Asimismo, el Estado debe resolver la tensión entre una política nacional de igualdad de oportunidades con la atención adecuada de todos los ciudadanos de todas las provincias. Otro factor crítico en estas políticas está dado por la participación del sector privado, que en este ámbito adquiere características particulares y se presenta en muchos casos sumamente proactivo en relación con el ámbito educativo. Así, el Estado se encuentra en la necesidad de presentarse como árbitro de estos procesos complejos de negociación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Embarazo en la Adolescencia, un reto que crece en RD

El embarazo en adolescentes son temas que en el pasado era la cotidianidad, pues nuestros abuelos lo tenían por costumbre por la falta de...